El combustible usado del que es posible aún extraer una gran cantidad de energía en reactores de agua pesada realizando una simple descontaminación o reciclarlo para fabricar combustible MOX con un reprocesado completo, se extrae de las centrales nucleares en contenedores metálicos y se almacena provisionalmente en cada central hasta que el ATC esté listo para recibirlos. Este almacenamiento se realiza en los mismos contenedores metálicos o en contenedores de hormigón tras encerrarlos en una cápsula metálica.
Pero además en un reactor nuclear se generan importantes volúmenes de residuos radiactivos. Estos residuos de media, baja o muy baja actividad han de caracterizarse para que ENRESA pueda determinar su destino final. Será El Cabril para los residuos de baja y muy baja actividad de isótopos de vida corta y será un almacenamiento provisional para los de actividad media o para aquellos conteniendo núclidos de larga vida (más de 35 años). Para poder realizar esta caracterización hemos desarrollado sistemas de cálculo que acoplan los resultados del cálculo de transporte de neutrones dentro del reactor (MCNP) con la evolución isotópica de los materiales activados (ACAB) y poder finalmente tener una fuente tridimensional detallada de núclidos radiactivos y un mapa de dosis también tridimensional.
En el caso de los residuos de ITER la gestión del material de blindaje activado le corresponde a la Agencia Francesa por lo que los requisitos de segregación son algo diferentes pero requieren así mismo una cuidadosa caracterización.